lunes, 30 de mayo de 2011

Aprendí y decidí

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar.

Decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas.

Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.

Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.

Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.

Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar.

Descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui, me dejó de importar quién ganara o perdiera.

Ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino dejar de subir.

Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, "el amor es una filosofía de vida".

Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.

Aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás.

Aquel día decidí cambiar tantas cosas.

Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar.

Ahora simplemente duermo para soñar.

Walt Disney

Personalidad

Espero que lo aprovechen

Personalidad Madura

Ficha 13

Personalidad axiológicamente madura

Uno de los criterios considerados, para determinar la madurez es la orientación hacia unos determinados valores, la persona guiada por esta orientación adquiere una «filosofía unificadora de la vida»; es decir, estos valores permiten dar una orientación y un sentido a su actuar.

Un estudio psicológico sobre este tema es el de Charlotte Buhler dedicado al examen de la biografía de muchos individuos, famosos unos y otros de tipo medio. Hay en cada persona algo especial por lo que vive, un propósito principal. Los objetivos varían en los diversos individuos. Existen personas que se concentran en un gran objetivo único; otras, tienen una serie de propósitos definidos. Un estudio paralelo en suicidas muestra que la vida únicamente se hace intolerable a los que no encuentran un objetivo al cual puedan orientarla.

En la infancia, faltan los objetivos al principio, en la adolescencia están vagamente esbozados; en la madurez pronto se definen. Se puede decir que en las personalidades maduras, la «dirección» es más marcada, más enfocada al exterior que en las vidas menos maduras. (Gordon Allport. La personalidad). El poseer una orientación hacia valores determinados posibilita a la persona encontrar un sentido existencial y, por ende, un sentido a su vida, el cual se revela en su proyecto de vida, característica de las personalidades maduras capaces de llevar a cabo emprendimientos que lo desarrollen profesional y humanamente.

«No hay ninguna actividad en la que no haya una parte de aprendizaje, pero si el aprendizaje es muy fácil se puede decir que está ayudado por una capacidad hereditaria».

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Hacia la búsqueda de la madurez

¿Qué es personalidad madura?

Se puede hablar de personalidad madura, cuando existe un equilibrio entre los distintos componentes de la personalidad de manera conciente donde la conducta está controlada por el raciocinio, según Gordon Allport se manifiestan en esa conducta «tres características diferenciadoras» que son:

1. «Una variedad de intereses autónomos», en otros términos, poder encaminarnos

hacia el logro de objetivos propuestos discriminando actitudes egoístas o egocéntricas como la autocompasión o la autojustificación.

2. «Auto-objetivación», es el desprendimiento de uno mismo para poder analizar objetivamente las pretensiones con el verdadero potencial, es poder comparar, sin que nos dañe, nuestras posibilidades con las de otros y por sobre todas las cosas en donde exista el sentido del humor. Se dice que una personalidad inmadura carece de sentido del humor.

3. «Una filosofía unificadora de la vida, que no es precisamente comulgar con algún gran filósofo griego, sino que permite que la persona actúe y medite, viva y ría», de acuerdo con alguna abarcadora filosofía de vida (orientación hacia objetivos que permiten dar sentido a la vida), desarrollada de acuerdo a sus propios requerimientos y que le muestra su lugar entre todas las cosas».

Criterios de madurez

Ante situaciones internas o externas que dificultan la formación de una personalidad equilibrada, la posibilidad de desarrollar una intelectualidad crítica propia, poder analizar objetivamente con inteligencia y juicio crítico todo lo que nos sucede, es que podemos contrarrestar enfoques deformados o con desajustes que se nos presentan en el transcurso de la socialización, o en el proceso mismo de educación, ya sea formal o informal, deliberado o no.

La edad, indefectiblemente, está relacionada con la madurez, porque la experiencia juega un papel preponderante, es uno de los componentes para el desarrollo de la personalidad y por ende de la personalidad madura.

Con la experiencia y la capacidad de observación de otros, es posible acrecentar el conocimiento para saber dar pasos a la hora de tomar decisiones o realizar algo.

Se aprende a asimilar frustraciones sin adjudicar, necesariamente, a factores externos la razón de nuestros fracasos, cuando en realidad se debe a nuestras limitaciones, torpezas o exagerada ambición, apuro o intolerancia.

Características de la personalidad madura

Todas las personas tienen una estructura base o disposición biológica para construir su personalidad y, el contacto con el medio, la va desarrollando. La meta del desarrollo de la personalidad es alcanzar la madurez plena.

Como hemos visto no es fácil determinar qué es madurez en cuanto a la personalidad.

A continuación, se presenta una serie de rasgos que se consideran son propios de la personalidad madura. Sin embargo, esto no significa que todos los rasgos deban aparecer en una misma persona, además el grado o la intensidad con que aparecen no son los mismas de un sujeto a otro, tenemos que tener en cuenta que es un perfil ideal hacia el cual se debe focalizar la fuerza de voluntad.

1. Conocimiento de sí mismo

Es reconocer las capacidades, cualidades y valores que posee uno mismo, así como las deficiencias, debilidades y tendencias de acción que le son características.

Esto le ayudará a saber aceptarse tal cual es, no buscará metas irrealizables, porque manejará con prudencia sus limitaciones y le dará la posibilidad de buscar el complemento para las mismas.

2. Estabilidad emocional

El control en la integración de aspectos motivacionales como: los impulsos y las necesidades con los diferentes estados afectivos, los sentimientos y las emociones sumadas al pensamiento y a la voluntad, hacen que una persona pueda reaccionar de manera moderada y estable ante los distintos estímulos.

El pensamiento o raciocinio impide la aparición de reacciones emocionales primitivas o por impulsos, son los que posteriormente ocasionan mucho daño en las relaciones interpersonales y con uno mismo.

3. Autonomía del yo

Significa no depender totalmente de otros para el cumplimiento de normas sociales. Supone, actuar tal como es y de acuerdo con sus criterios, valores y conciencia, pero sin que eso implique transgredir normas o leyes a las cuales todos los individuos están sujetos en cualquier sociedad. Debe poseer, además, la capacidad de tomar sus propias decisiones, que no significa precisamente desoír otras opiniones.

4. Capacidad de autoevaluación

Es desarrollar la capacidad de juzgarse a sí mismo y reconocer cuándo actúa bien o mal, y qué aspectos positivos y negativos posee. Esta postura posibilita el cambio y la superación permanente. Ayuda a ser realistas y a querer mejorar permanentemente.

5. Capacidad de aceptar riesgos y responsabilidades

Esto es ser consciente de que cualquier acción implica siempre algún tipo de riesgo y que se debe correr, siendo responsable de las consecuencias de los actos. Es cuando se asume un compromiso que puede llevar al éxito o al fracaso, pero que permitirá la superación y el crecimiento personal, puede ser un ascenso laboral, iniciar un proyecto, asumir un cargo que le confían a un estudiante para representar a sus compañeros, etc., solo el que se arriesga puede medir posteriormente su capacidad.

6. Fuerza de voluntad

Elemento importante para canalizar y organizar la fuerza o impulso interior, hacia el logro de un objetivo. Es el que da perseverancia, impide que se desvíe la dirección del actuar de las personas y el que permite culminar una actividad, evitando cambios continuos de planes y responsabilidades. Permite separar la fantasía exagerada que en ocasiones entorpece la concreción de las acciones.

7. Capacidad de convivencia

Es poder adaptarse e integrarse a los demás. Es aceptar y respetar las necesidades, derechos y motivos de otros, en ocasiones, incluso sobre el propio. Es dejar de pensar solo en los beneficios de uno para pensar en el beneficio del grupo, es ser capaz de trabajar en equipo acatando las disposiciones que emanan de éste. Es llegar a la comprensión de que aportando en la construcción para el bienestar de los demás, se ha logrado desarrollar la capacidad de amar.

8. Creatividad

La persona en su actuar posee una característica que la diferencia de los demás, es auténtica en su proceder y desarrolla una individualidad sin agredir la percepción de los que conviven con ella. Tratará además, de ser consecuente con su manera de concebir la vida humana. Aporta ideas nuevas y no se satisface con lo que ha alcanzado. Sabe que puede dar más, sin llegar a la ambición desmedida, y eso la mantiene en permanente búsqueda y curiosidad.

Para reflexionar

Espero sus comentarios

Personalidad

Ficha n° 12

Concepto de personalidad.

La expresión personalidad proviene del griego “prosopón” , que cuyo significado de “máscara” alude a las máscaras que en el teatro griego se colocaban los actores para interpretar a los personajes de las tragedias. Puede considerarse que en cierto modo responde a aquello que se percibe o la forma como se aparece ante otros; posiblemente una traducción más apropiada fuera “imagen”. En latín el término “personare” equivale a “resonar a través de...” (per sonare); es decir que también alude a la forma como se es percibido por los otros, o en que cada uno se manifiesta ante los otros.

Diversos autores han dado sus propias definiciones de la personalidad:

Para Aldous Huxley, lo que alguien es depende de tres factores: de lo que ha heredado; de lo que la circunstancia haya hecho de él; y de lo que eligiendo libremente haya hecho de su circunstancia y de su herencia.

Para Giménez Vargas, la personalidad es el principio integrador específico y propio de cada ser humano, según el cual se estructuran las cualidades adquiridas y heredadas, en síntesis que establecen un modo individual de relación con el medio.

Según Gordon Allport la personalidad es "la organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determina una forma de pensar y de actuar, única en cada sujeto en su proceso de adaptación al medio".

Desmembrando esa afirmación encontramos que:

  • La organización representa el orden en que se halla estructurada las partes de la personalidad de cada sujeto.
  • Lo dinámico se refiere a que cada persona se encuentra en un constante intercambio con el medio que sólo se interrumpe con la muerte.
  • Los sistemas psicofísicos hacen referencia a las actividades que provienen del principio inmaterial(fenómeno psíquico) y el principio material(fenómeno físico).
  • La forma de pensar hace referencia a la vertiente interna de la personalidad.
  • La forma de actuar hace referencia a la vertiente externa de la personalidad que se manifiesta en la conducta de la persona.
  • Y es única en cada sujeto por la naturaleza caótica en el que el cerebro organiza las sinapsis.

El término personalidad puede ser empleado en diversos sentidos:

Integran la personalidad componentes físicos y componentes psicológicos. Los primeros tienen innegable importancia, pero lo que más define la identidad de cada individuo son los componentes psicológicos. Entre éstos existen elementos hereditarios; pero también influyen las condiciones adquiridas ya sea en forma involuntaria como las adquiridas deliberadamente, que son elegidas libremente.

Por condiciones adquiridas involuntariamente, se entienden los caracteres resultantes del ambiente social y familiar, y por vía de la educación.

Las condiciones adquiridas voluntariamente, son las que provienen de las actividades propias de carácter cultural y de las decisiones voluntarias acerca de su propia persona.

Carácter: Es la manera de ser de una persona en cuanto a sus actitudes generales, a su forma de entender las relaciones interpersonales y sociales, y a sus reacciones ante la vida en general.

El carácter forma parte de la personalidad del individuo como atributo diferenciado de la misma. Henri Ey entiende el carácter como la fisonomía original de la individualidad psíquica, que es un sistema lo bastante invariable como para identificar el hábito, el estilo de reactividad de cada uno de nosotros. Nuestro carácter es el resultado de una elaboración personal, de una cierta forma de reacción que, basándose en nuestro temperamento y nuestro biotipo, los trasciende.

Temperamento: Es la parte de la personalidad cuyo origen se asienta en la herencia genética. Por contraposición, se le llama carácter a la parte de la personalidad que se genera durante la vida de la persona, su experiencia y la cultura.

En realidad, puede decirse que nacemos con un temperamento dado, o una predisposición a rasgos de personalidad, pero estos están fuertemente condicionados por "el ambiente" (la experiencia vital de la persona, cual va modificando y permitiendo el desarrollo de la personalidad o habilidades para desenvolverse con herencia).